miércoles, agosto 02, 2006

Dirección San Pablo


Bajó las escaleras apresurado con la certeza de que algo bueno iba a pasar. Los andenes estaban llenos, el aire viciado y el metro se demoraba más de lo habitual; una extraña premonición. Llegó. Entró. Se quedo parado mirando al vació, el reflejo del vidrio le produjo una extraña simpatía: tras todos los rostros de cansancio, estrés, desesperanza y un cierto grito de auxilio, se rescataba desde lo hondo una pequeña sonrisa, cara serena, piel tersa, clara y unos ojos profundos que prometían, que prometían el Todo, la Nada y la Muerte. Se dio vuelta, sus ojos quedaron fijos, observándose unos a otros por un tiempo eterno y miserable, pasando su vida completa, con ella, en ellos. El metro empezó a detenerse. Se abrieron las puertas. Se bajó. Nunca más se vieron.

3 Comments:

At agosto 04, 2006 10:34 p. m., Anonymous Anónimo said...

jojo ya te dije mi opinion acerca de este cuento, pero esk la kgo, me gusta mucho, el tema de la escencia, de coo las personas se pueen enamorar, con solo una mirada, me encanta xD...
feliz cumpleaños wn!!!!!, no tengo tu numero, pero mañana nos veremos =D...

 
At agosto 05, 2006 1:24 p. m., Blogger Miguelius said...

Hola,

Me recuerda a "You'r beautiful" de James Blunt. Es lo que siempre hemos soñado que suceda, o tal vez lo que muchas veces sucede sin que jamás nos atreviésemos a hablar.
No creo en el amor a primera vista, eso que sucede en la estación de metro o en el lugar menos imaginado, es una sensación distinta. Mucho más intensa y efímera, llega imtespetivamente y se va en un silencio, depende de nosotros decantarla en recuerdo o no.

 
At noviembre 05, 2006 11:15 p. m., Anonymous Anónimo said...

Hay uno de esos cuentos cortos de Santiago en 100 palabras de hace un par de años que es parecido. El tipo mira a la tipa y se proyecta en el futuro, se imagina el matrimonio, los hijos y toda la cuestión y cuando se cierran las puertas el tipo dice como: "uff me salve"

 

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